Sunday 1 October 2006

La Abadía Thelema
“Los congregados en Thelme empleaban su vida, no en atenerse a leyes, reglas o estatutos, sino en ejecutar su voluntad y libre albedrío. Levantábanse del lecho cuando les parecía bien, bebían, comían, trabajaban y dormían cuando sentían deseo de hacerlo. Nadie les despertaba, ni les forzaba a beber, o comer, ni a nada.
Así lo había dispuesto Gargantúa. La única regla de la Orden era ésta:

HAZ LO QUE QUIERAS

Y era razonable, porque las gentes libres, bien nacidas y bien educadas, cuando tratan con personas honradas, sienten por naturaleza el instinto y estímulo de huir del vicio y acogerse a la virtud. Y es a esto a lo que llaman honor.
Pero cuando las misma gentes se ven refrenadas y constreñidas, tienden a rebelarse, pues todos nos inclinamos siempre a buscar lo prohibido y a codiciar lo que se nos niega.”
François Rabelais, Gargantua y Pantagruel
 

1 comment:

  1. Es una historia muy bonita, pero creo que siempre habría una oveja negra que sembraría la codicia, la envidia y la pereza en las personas buenas.

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